martes, 15 de octubre de 2013

Surrealismo cinematográfico: Cosmópolis versus Holy Motors

Dos películas polémicas, más odiadas que amadas, . Siendo un seguidor de gente como Lynch o Cronemberg nunca he tenido muchos problemas con películas "raritas". Una de las películas que más me impactaron al primer visionado fue Blue Velvet, que no era nada, en rarezas, comparada con Cabeza Borradora, Carretera Perdida, Mulholland Drive o Inland Empire. Lo cierto es que del cine de Lynch lo que destaco por encima de cualquier otra cosa es la calidad de su obra, no lo extraño que pueda ser lo que contengan esas películas. Vale que Cabeza Borradora es una película difícil de ver, aunque debo haberla visto una diez veces, al menos, pero con Carretera Perdida o Mulholland Drive no hay excusa, cine en estado puro, sugerente, que se puede interpretar de tantas formas, una escena soberbia detrás de otra, un mundo propio en cuanto a ambientación, con actuaciones maravillosas por actores que en algunos casos no suelen destacar como norma, etc. El estado de ánimo de cada uno en el momento puede mejorar o empeorar la experiencia, pero no se puede echar en cara a Lynch su capacidad para hacer cine. Me pasa casi lo mismo con Cronenberg y sus films más psicodélicos, como Videodrome, Spider o Cosmópolis. 


En el primer intento de ver la última del extraordinario director canadiense paré a los 5 ó 10 minutos, no estaba de humor para algo tan bizarro como lo que estaba viendo. Con el segundo intento, meses después, ya fue diferente. Cosmóposis está basada en el libro de Don DeLillo, que como dicen también debe traer miga, ya que Cronenberg acierta, según explica alguna gente que ha leído el libro, plasmando en el film lo que trata la historia original. La película es difícil, pero muy disfrutable, al menos para mí, una de esas películas sobre la que vuelves atrás en los días posteriores a su visionado. Bajo mi punto de vista explica en lo que se está convirtiendo parte de la sociedad, y da mucho miedo. Un multimillonario que recorre en su limusina la ciudad mientras se dedica a sus negocios, a que le haga visitas su médico y a su vida social. Detrás de situaciones y escenas de lo más extrañas se puede ver contenido, y originalidad. Cronenberg es un maestro. Robert Pattinson no me dice nada y no creo que nunca lo haga, pero Juliette Binoche destaca y mucho, y Paul Giamatti tiene en una corta participación momentos donde demuestra todo su poder en pantalla. 


También Holy Motors de Leos Carax trata de otro individuo que pasa la mayor parte del tiempo en una limusina, en este caso camino de "citas" que tiene programadas, en las que le vemos hacer todo tipo de cosas de lo más estrafalarias, desde servir de capturador de movimientos para videojuegos, o algo así, a interpretar escenas dramáticas, sin cámaras visibles, pasando por el secuestro de una supermodelo disfrazado de monstruito. El primer tercio de la película me estaba pareciendo bueno. Original, escenas interesantes y ágiles, pero según avanza el film empiezas a perder la paciencia y te preguntas si todo eso va a llevar a alguna parte. La respuesta es sí, todo conduce a un absurdo final que hace ver que Holy Motors parece ser el capricho de alguien que se ha puesto a rodar lo que le ha venido en mente sin tener mucho que decir. El cine, sea de vaqueros, suspense o ciencia ficción debe tener algo que decir, si no, el ridículo que se hace al juntar un presupuesto y un equipo de gente para hacer algo tan pretencioso es bastante lamentable. Supongo que lo peor que puede decirse de una película no es "no me he enterado de nada", si no "me importan bien poco los pobres diálogos y las escenas supuestamente excéntricas".

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