miércoles, 27 de mayo de 2015

My Morning Jacket - The Waterfall


Desde la primera vez que me acerqué a la música de My Morning Jacket, que fue cuando telonearon a Pearl Jam en su concierto de 2006 en Madrid, su música me ha acompañado regularmente y todos sus discos me parecen esenciales, una obra para cerrar la boca a quienes a la mínima ocasión no dudan en afirmar que en la actualidad no hay nada interesante en el panorama rockero y que cualquier tiempo pasado fue mejor. Una gente que además de ser inclasificable (la mayor parte del tiempo resulta definir qué es lo que están haciendo) aúna una instrumentación excelsa, lirismo, intensidad, profundidad, delicadeza, humor y considerables arrebatos rockeros. Desde luego que no se trata de un grupo muy común, y si se le suman a todos esos elementos tan característicos de My Morning Jacket la soberbia y cósmica voz de Jim James, se puede decir que estamos ante una banda realmente relevante, con pocos rivales y que aguantarían el tipo en comparación con la mayor parte de bandas de décadas atrás.

Por todo eso me decepcionó completar la primera escucha de este The Waterfall y casi me convencí de que podría ser la primera vez que el grupo me decepciona. En ese primer acercamiento me pareció un trabajo realmente insulso y que no iba a tardar mucho en caer en el olvido. Pero antes de que me volviera a aferrar a cualquiera de sus anteriores discos y ya a partir de la segunda escucha y como por arte de magia mis impresiones cambiaron radicalmente. Me sorprendió quedar ya totalmente atrapado por todas las canciones y sonoridades incluidas en el cd, y me encontré a mi mismo cantando el estribillo de Spring (Among The Living) o disfrutando de las voces de Jim James, las instrumentaciones y los múltiples detalles que hacen de la música de este grupo algo tan especial. The Waterfall está desde ya entre lo mejor de lo que llevamos de año y a la altura de lo que se espera de ellos. Como siempre, tratándose de esta banda, estamos ante un disco tan variado pero asimismo con una gran cohesión, y  es que la sensación de unidad es durante las 10 canciones que componen The Waterfall. Por lo tanto, aunque fácilmente se pueden destacar títulos como Believe (Nobody Knows), la ya mencionada Spring o Only Memory Remains, este es un disco este para escuchar de principio a fin y sumergirte en su amplia variedad de ambientes y estados de ánimo.

Un buen detalle, que acentúa la sensación de unidad del trabajo, es el hecho de haber separado los temas extras del disco con una pista que contiene únicamente silencio, que lo separan The Waterfall de las demos y temas extras. Seguramente hasta el mismísimo Stan Smith estará disfrutando con este soberbio disco y de los marcianos que lo han concebido después de un duro día de trabajo.




martes, 26 de mayo de 2015

Van Halen - Tokyo Dome

Aunque ya lo había escuchado no ha sido hasta hace unos pocos días que lo tengo en su formato físico, parecía que nadie entiende mis necesidades Van Halenianas, y aunque sea en esos receptáculos de ceros y unos, que voy a decir, tener este artefacto que contiene una grabación oficial en vivo de Van Halen con David Lee Roth es una gran alegría. Las pegas ya se conocen: han pasado años desde la época dorada de la banda, no está Michael Anthony (que por mucho que a las cuatro cuerdas está bien suplido por Wolfgang se echa mucho en falta sus voces) y David Lee Roth tiene una actuación muy irregular, con canciones en las que está muy bien y otras no tanto. Les honra haber elegido un concierto único y no un batiburrillo de toda la gira, que por lo que dicen grabaron entera, y también se agradece esa honestidad nada común entre sus colegas, que es no haber hecho retoques en estudio. Lo que se escucha en Tokyo Dome son los actuales Van Halen, sin trampa ni cartón, con sus defectos pero también, y de que manera, con su grandeza. Extraño mundo este, todo eso de los directos-trampa debería ser algo inaceptable desde su propia concepción, y no debería venir al caso que cuando alguien ofrezca una grabación que carezca de añadidos o mejoras alardee de ello, eso debería ser la norma, pero claro, cuando lo que impera es otro comportamiento hacen bien en estar orgullosos de no hacer trampas y de diferenciarse de los que si hacen trucos para tapar las carencias.

Yo que soy de la opinión de que Van Halen sin Roth no son Van Halen, la edición de A Different Kind Of Truth o Tokyo Dome y verlos en tan buena forma en esas estupendas actuaciones televisivas de las últimas semanas, es un subidón. El principal problema de Van Halen con Sammy Hagar no es la manía personal que uno pueda tener por el pelirrojo, es que el repertorio de Van Halen con Roth le da unas cuantas vueltas a lo que hicieron con Hagar. Yo preferiría escuchar el material incluido en Tokyo Dome cantado por cualquier mediocridad que la mayoría de lo que hicieron en la época sin Roth. Pero es que aparte la banda está fantástica en este doble cd, es desde el inicio hasta el fin una energética exhibición de poderío rockero e instrumental con unos clásicos atemporales que siguen sonando frescos, junto a los cuales no desentonan los temas más recientes.

Escuchar a Eddie Van Halen en acción y en plenitud, después de todos los problemas que ha tenido, no tiene precio. El poderío que demuestra en esta grabación hace olvidar la mediocridad de otras épocas y la larga espera hasta tener algo así en tu equipo. Y que decir de Alex, a mi me sigue impresionando, y lo cierto es que me acordé de él viendo ese peliculón llamado Whiplash, y es que para mí es de los pocos baterías de rock que podría equipararse a esas bestias del jazz, su intensidad y dinamismo son claves en todas esas canciones. Y Roth, a pesar de sus problemas vocales es un lujo que esté de vuelta y que siga teniendo el mismo entusiasmo de siempre. Tipos como él son muy necesarios, y por muchos años que hayan pasado sigue arriesgando, como muestra ese inicio de Panama en el show de Jimmy Kimmel en el que estuvo a punto de lesionarse gravemente haciendo malabarismos con un bastón metálico. Pero para Roth lo principal es el espectáculo, y lo de salir y cumplir el expediente no va con él. A ver si esta segunda época de los Van Halen de verdad se prolonga y que Eddie permita volver a Michael Anthony.