miércoles, 26 de marzo de 2014

B.B. King - The Life Of Riley


Lujosa producción para contar la vida y milagros de una eminencia, no sólo del blues, sino de la música en general. No se ha escatimado nada, un documental que cuenta con la narración de todo un Morgan Freeman y la participación de tanta leyenda contando sus experiencias con el maestro indica que se ha tenido la intención de hacer justicia a todo lo que ha aportado a la música el fabuloso B.B. King.

Teniendo en cuenta el escaso material audiovisual que debe existir de los primeros años de carrera del bluesman el material de archivo incluido es bastante bueno, pero no dejo de pensar que es una lástima que no haya filmaciones de los 50's. Las cinematografía que recrea otros tiempos es muy elegante, y tampoco se abusa de ellas. 

Lo cierto es que la vida de B.B. es tan intensa y está tan plagada de momentos importantes que obviamente es bastante complicado que en dos horas de película se pueda resumir una historia tan única, la de un hombre que creció en la más absoluta pobreza y que gracias a su talento y a duro trabajo ha logrado poner su música en los auditorios más prestigiosos del mundo y ha contactado e inspirado a tantos y tantos genios.

Entre lo que se cuenta no podía faltar su dura infancia y juventud, sus padres se separaron y su madre falleció poco tiempo después quedándose prácticamente solo. Tampoco falta su deseo de convertirse en músico, su llegada a Memphis, sus comienzos como DJ, el inicio de su carrera musical, la historia de Lucille, el racismo y el Ku Kux Klan, sus encuentros con músicos británicos, su éxito con The Thrill Is Gone que le llevó al mainstream, y demás. Tampoco falta la participación de algunos de esos guerreros que han sido sus fenomenales músicos durante décadas con giras interminables por todo el mundo.

Tal vez lo menos interesante del film sea la participación de tanta estrella, como Bruce Willis, Santana, Bono, Bill Cosby, Bill Wyman, Ringo Starr, etc., que por mucho que aporten cosas interesantes restan valor al conjunto, tal vez ese material sería apto en forma de extras de la edición dvd o para otro tipo de producción, pero como esto era algo que había que hacer a lo grande... Tal vez las intervenciones más brillantes y significativas sean, curiosamente, las de Bono, que aporta comentarios que se salen de los tópicos y que demuestra que la colaboración que tuvieron en When Love Comes To Town no fue para U2 sólo una forma de acercarse y hacerse la foto junto a alguien tan legendario. Cuenta Bono que la primera vez que cantó junto a B.B. se sintió como si su voz fuera la de una niñita comparada con la del bluesman, y que por supuesto que B.B. es grande en todo, como músico, como persona, tanto por su tamaño como por su calidad humana y que cuando se ríe lo hace a lo grande, como todo lo demás. Lástima que ese ingenio del irlandés no se refleje en su música desde hace tanto tiempo. Precisamente una de mis anécdotas preferidas sobre B.B. y su padre tiene que ver con Irlanda, aunque no sale en esta película: B.B. le preguntó por qué eligió llamarle Riley, su padre le dijo que le gustaba ese nombre, O'Riley, a lo que B.B. le contestó que sí, vale, pero me pusiste Riley, sin O', su padre le dijo: es que no tienes mucha pinta de irlandés.



viernes, 21 de marzo de 2014

Lucinda Williams, remasterizada


Ejemplar reedición del disco con el que Lucinda Williams comenzó a ser Lucinda Williams, un referente de la música de nuestros días, una mujer a la altura de cualquier leyenda de tiempos pasados y de quien tenemos la fortuna de ser contemporáneos. Desde que la música de Lucinda entró en mi vida pasaron años hasta que me hice con la anterior edición de este álbum y a pesar de que lo primero de ella que pasó por mi equipo fue el impresionante Car Wheels On A Gravel Road, este disco del 88 es difícil que no te enamore. La producción no estaba a la altura de lo que hizo después en Car Wheels o Essence, pero esas canciones... Una maravilla detrás de otra que forman un repertorio por el muchos y muchas darían lo que fuera. Canción por canción es posible que sea su mejor disco, al menos a la altura de Car Wheels, y uno de los más variados. Adoro la voz de Lucinda, pero es en la composición donde no tiene rival. Desde los temas más rock, como I Just Wanted To See You So Bad o Change The Locks, su material más asequible y pop, como Passionate Kisses, la sensualidad de Am I Too Blue o el blues de I Asked For Water (He Gave Me Gasoline) lo de Lucinda no es normal. Canciones extraordinarias al servicio de su talento interpretativo. Pasión, emotividad, cercanía, honestidad y un encanto difícil de imaginar en nadie más.

Lo bueno de esta reedición, doble cd a precio estupendo en Amazon, no es sólo que suene mucho mejor que el cd original, es que lo han conseguido sin echar a perder la esencia y las sensaciones que transmitían esas canciones, dejando atrás las limitaciones de la época. Con otro tipo de reediciones a uno le da por pensar que el único motivo que las justifica es poco más que para sacar más dinero, pero con canciones Crescent City o Abandoned se piensa en cualquier cosa menos en el negocio que puedan hacer, y desde luego que espero que hagan lo mismo con Sweet Old World, otro gran disco al que le hace falta una remasterización.

El segundo cd incluye un concierto en Holanda del 89, con mucho del repertorio del álbum además de joyas como Something About What Happen When We Talk y algunas rarezas de gran nivel. Tiene un sonido algo más tosco de lo que es habitual en Lucinda, con un bajo algo saturado por momentos, pero es material que vale su peso en oro. Completa el cd un corta sesión para la KPFK-FM con formación reducida, un tema del 83, Goin' Back Home, un blues grabado con ¡Taj Mahal!, y un par de temas para la KCRW-FM que ya salieron como caras B del single I Just Want To See You So Bad.

Siempre que hay alguna rodaja, con material nuevo o desconocido de Lucinda, es momento para ser feliz y enamorarse, más aún si cabe, de unas composiciones tan significativas y de tanta calidad como las que suele ofrecer esta gran mujer y que llenan los 110 minutazos de este doble cd.


miércoles, 12 de marzo de 2014

W. C. Fields - Su influencia.



John Cleese en 2001:

Descubrí a W. C. Fields bastante más tarde que a Chaplin, Keaton o Laurel & Hardy, e inmediatamente se convirtió en mi favorito. Fields tuvo el valor de interpretar a personajes de mala reputación y la genialidad de hacer un material más arriesgado y profundo que el de otros. 

Fields hacía cosas tipo Monty Python mucho antes de que existiera Monty Python. 

En un tiempo donde lo políticamente correcto a menudo reprime la integridad, y la tendencia a reírse y el verdadero ingenio escasea, creo que nada puede ser más sano que redescubrir al más original, perspicaz e incorregible de todos los cómicos.


Adam McKay en 2013: 

Creo que W. C. Fields es un de los mejores cómicos de todos los tiempos. De hecho, de todos los humoristas clásicos, él a día de hoy es alguien con el que todavía me río. Estamos hablando de alguien de hace 80 años con un material que sigue siendo divertido. Es algo sorprendente.


La influencia de The Great Man llega hasta nuestros días, por supuesto, y nada mejor que una serie como Los Soprano, en la que hay múltiples referencias a sus películas y frases, para darse cuenta de que su legado sigue muy vivo. Como dijo Michael Imperioli (Moltisanti en la serie), el creador de la serie, David Chase, es un fan irredento de Fields. En dos ocasiones a lo largo de la seire se puede ver a Tony Soprano relajándose después de un duro día de trabajo ajustando cuentas, y nada mejor que ver por la tele la genial It's A Gift, una de las mejores comedias de Fields. Además, en otros episodios se puede ver a Tony imitando al maestro cuando está relajado, con no mucha fortuna, eso sí, y es que por muy grande que fuera Gandolfini el estilo de Fields hablando es demasiado personal e inimitable, sólo hay que ver W.C. Fields And Me, todo un Rod Steiger apenas puede acercarse a lo que transmitía Fields. Tampoco es raro que David Chase decidiera relacionar tanto a Tony Soprano con W.C. Fields, no sólo porque Chase sea un fanático del cómico. Lo cierto es que Tony y ese personaje que interpretaba Fields en la muchas de sus películas tienen más paralelismos de lo que pueda parecer a primera vista. Son personajes agobiados por su familia, por el trabajo y por el entorno, que van en contra de lo establecido y que sienten poco respeto por todo aquello que no les suponga un beneficio. Creo que aparte de las referencias que puede haber en toda la serie a Al Pacino en El Padrino y a gente como Sinatra no hay nadie con tantas alusiones en una de las mejores series de todos los tiempos, algo que dice mucho de lo intemporal de la obra de Fields.

(Poppy)

Tener una influencia tan decisiva como la de Fields en el desarrollo del humor no se consigue de cualquier manera, su estilo no casaba mucho con el de tantos humoristas que siempre lograban quedar como héroes al final. El material de Fields no es apto para todo el mundo y lograr meter ciertas cosas en sus películas en su época habla mucho de su audacia y de su valentía. En Poppy, de 1936, ya con el código Hays funcionando a todo trapo logró colar una escena como esta, en la que refrenda con la posición de sus dedos lo que quiere decir con su supuesta confusión acerca del nombre de su oponente en este film.

(The Dentist)


También hay material muy arriesgado en el corto The Dentist, de 1932, todavía en la época precode, pero de todas formas a estas alturas resulta bastante asombroso pensar como en esa época pudo meter esta escena en la que ese terrible dentista está sacando una muela a su paciente en una posición en la que parecen que estén teniendo sexo.





lunes, 10 de marzo de 2014

Paul Westerberg - Autoproducido


Dejando de lado la esporádica reunión de The Replacements, que fue algo que se hizo con objeto de ayudar económicamente a Slim Dunlap y que realmente no se sabe si va a ser posible algo más aparte de ese ep y unos cuantos conciertos, se echan de menos discos en solitario firmados por uno de los mejores compositores del rock americano y uno de los músicos más auténticamente independientes y honestos. Han pasado ya diez años desde Folker y aunque la situación del negocio musical haya afectado a tantos y tantos músicos que no forman parte del mainstream al menos Westerberg sí ha sacado material durante algún tiempo, aunque sea en forma de descargas y autoproducido en grabaciones caseras sin músicos de acompañamiento y con Paul tocando todos los instrumentos. No es lo mismo, claro, esos archivos mp3 de escasa resolución no son aptos para disfrutar como debe ser a un músico con talento de verdad, aunque al menos se puede ver que la capacidad de Westerberg no se ha perdido. Hay muy buenos momentos en estos trabajos, sólo arruinados por una deficiente calidad sonora propia de archivos comprimidos. Algo así como adelanto o bonus de otro material podría valer, pero de ninguna forma es algo que pueda equipararse a los anteriores trabajos de Westerberg, alguien que en solitario ha trabajado con productores del nivel de Matt Wallace o Brendan O'Brien y se ha rodeado de músicos de la talla de Josh Freese o Benmont Tench.

49:00 fue lo primero de todo ese material autoproducido, se sacó a la venta en 2008 por Amazon al precio de 49 centavos de dólar, una idea del propio músico para vender su música a 1 centavo el minuto. El trabajo consta de dos únicos archivos que en total suman 49 minutos, en el primero de ellos hay una serie de canciones y partes de versiones enlazadas simulando a veces el paso por el dial de una radio. Puro Westerberg, música tan sentida como vitalista por momentos, con material muy rockero y otras cosas más cercanas al pop, lástima del sonido tan poco definido y del barullo sónico en algunos momentos, pero desde luego que hay material e ideas que podrían recuperarse. El segundo archivo llamado 5:05 es una única canción que no llega a la altura de algunos momentos del primer mp3. 



3oclockreep recopila en uno de los archivos por una parte más material de Westerberg grabado en 2008 y unas sesiones antiguas de The Replacements con Tom Waits de 1989. Al igual que en 49:00 las diferentes canciones pertenecientes a Westerberg en solitario forman un collage, unidas esta vez de manera más caótica si cabe y las canciones, o más bien apuntes de canciones en la mayoría de los casos, no resultan tan inspiradas como en 49:00. Al menos escuchar a Tom Waits con The Replacements en la parte final merece la pena. El segundo archivo contiene Finally Once Here, una canción grabada más en serio, y bastante buena, y al menos se pueden oír más los graves.


Bored Of Education es otro tema autoproducido sacado en 2008, no llega a la altura de Finally Once Here pero tiene el clásico sonido Westerberg, con buenos riffs y coros.


Más buen material con la colección de tres canciones bajo el título D.G.T. Está mejor producido que 49:00, tres temas sencillos que dejan buen sabor de boca.


PW & The Ghost Gloves Cat Wing Joy Boys conforma lo último que Westerberg ha sacado en solitario, de 2009. Seis canciones mejor producidas y más en serio que casi todo el resto del material del que habla esta entrada, y es un ep que al menos sí que ha salido en formato físico. Empieza con una magnífica Ghost On A Canvas que fue versioneada posteriormente por Glen Campbell. Drop Them Gloves es rock'n'roll estilo Westerberg, un tema muy festivo con guitarras furiosas. Good As The Cat es más pop con buenos estribillos. Love On The Wing es tal vez la canción más completa de Westerberg de todo este material, con esa introducción en solitario con el piano en su onda más introspectiva y el resto en su onda más pop con guitarras, con acústicas y buenos coros. Estupendas también Gimme Little Joy y Dangerous Boys, el tipo de material que hace desear que Paul Westerberg siga produciendo música, aunque sea de esta forma, pero yo espero que vuelva a ficharle algún sello que ponga a su disposición los medios para hacer discos equiparables a Eventually o Folker.

lunes, 3 de marzo de 2014

Joe Louis Walker - Hornet's Nest


Con una carrera discográfica que arrancó en 1986 con ese Cold Is The Night y que ha continuado con una regularidad pasmosa hasta este Hornet's Nest, manteniendo siempre el nivel y sin dejar de ser el mismo en ningún momento, lo de Joe Louis Walker es algo admirable. A pesar del tiempo que lleva, de tener un sonido propio, de tocar como los ángeles y de tener una voz tan portentosa como expresiva, nunca ha sido especialmente famoso ni ha sido tratado como una leyenda excepto por sus fieles. Pero ahí sigue, demostrando su clase y que, afortunadamente y a pesar de todo, el blues en la actualidad no se reduce a los amigos que Clapton tiene la costumbre de llamar año tras año para su festival Guitar Crossroads en una ediciones que ya chirrían por lo repetitivo de los invitados, los temas escogidos y por lo rutinario que resulta todo, algo que con músicos con el saber hacer de gente como Joe Louis Walker no ocurriría.

Empieza el disco con el tema título, muy a lo Aligator Records, mucho guitarreo portentoso, dejando ver que este es un disco demasiado de la onda del productor, Tom Hambridge, que además compone muchos de los temas y suya es la batería que suena en todos los temas e incluso algunos coros, pero la personalidad de Walker es demasiado pronunciada para sucumbir ante prácticamente nada. Con All I Wanted To Do, en una onda más soul se ve que a pesar de que el disco tenga una producción tan típica va a haber espacio para mucho de lo que Walker puede abarcar, que no es poco, y no todo va a quedarse en los clichés del sello de Chicago. As The Sun Goes Down le sirve a Walker para explayarse con la guitarra como quiere. Stick A Fork In Me y Don't Let Go de Jesse Stone, son rock'n'roll a la vieja usanza, en la última respaldado por coros masculinos y con ese toque a la guitarra de Walker tan purista y escueto. Love Enough es blues muy clásico dominado por la excelente voz y el slide de Walker, que está espléndido. Rambling Soul tiene esa onda más dura y rockera, también algo más vulgar y menos distintivo, en la que Walker también brilla, claro, aunque menos entre tanto decibelio. Una de las sorpresas del disco es versión de la stoniana Ride On, Baby, un tema más pop de lo que Walker acostumbra a hacer y que tiene un sonido más E. Street Band en algunas partes, especialmente por el piano. Sigue la fiesta con la marchosa y vacilona Soul City, con la guitarra infectada de efectos y con mucho ímpetu. I'm Gonna Walk Outside es blues tipo Chicago con las teclas del gran Reese Wynans apoyando a un Walker muy clásico y convincente. Uno de los temas más sorprendentes es Not In Kansas Anymore, muy rockero y que me recuerda en algunas partes a The Who y con la guitarra solista queda algo sepultada entre tanta muralla de sonido. Con Keep The Faith, un tema muy intimista termina el disco, que deja buen sabor de boca, lo que no es una sorpresa tratándose de Walker. Este es su disco número 20 en estudio y aunque mis favoritos puedan ser Blues Survivor y JLW este gran músico nunca decepciona, uno de los mejores del blues por mucho que no tenga el reconocimiento que si tienen otros músicos del género más vulgares y con mucha menos personalidad.