Que el blues es un genero en estado terminal es sabido. En una entrevista reciente a Billy Gibbons le preguntaron como definiría el blues, el contestó que el problema es como encontrarlo, haciendo un juego de palabras entre "to define" y "to find". No le falta razón. Desde hace unos años no hay nuevos artistas que traigan nada nuevo al genero o al menos no salen a la luz. Muchos de los que salieron entre finales de los 90 y principios de siglo están estancados o directamente están inactivos. Casos como los de Larry Garner, Deborah Coleman o Mem Shannon.
Por eso me alegra que Eric Bibb, como si tal cosa, continue sacando discos regular y brillantemente. Siempre he pensado que Eric Bibb es no solo un músico que transmite buen rollo, también es un compositor estupendo y un cantante apasionado que está a la altura de lo mejor del blues de los últimos 20 ó 30 años. Su estilo de folk-blues no está reñido con otros sonidos más cercanos al pop sin caer en la polémica de otro grande, Corey Harris y resultando más creible que Keb Mo.
Este doble cd que está grabado en 2008 en dos diferentes fechas es muy recomendable, ya que le acompaña una banda sencilla pero efectiva y desgrana parte de lo mejor de su repertorio. Desde Kokomo, Shingle By Shingle, In My Father's House, la sentida For You o su himno Don't Ever Let Nobody Drag Your Spirit Down hasta las versiones como Needed Time o Going Down Slow.
Eric con pocos aspavientos o arrebatos consigue llenarlo todo con su gran voz y espíritu, y estas grabaciones hacen honor a su propia historia. Nada de grandilocuencias, sólo música tocada con convicción, tanta que hace que te olvides cuando la escuchas de que existe cualquier otra cosa.
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