jueves, 11 de abril de 2013

Spartacus: sangre, cámara lenta y la polla de Júpiter


No se por qué pero cuando me disponía a ver el episodio piloto de la serie estaba convencido de que iba a estar a la altura de Roma o Los Borgia. Ese primer episodio ya me dejó claro de que para nada, pero al menos me he divertido viendo la primera temporada. Un exceso de borbotones de sangre, descuartizamientos y mamporros a cámara lenta, tipos musculados, esclavas macizorras, imágenes de sexo depravado, conspiraciones por el poder y expresiones tipo "por la polla de Júpiter" o "por el coño de Venus", un coctel peligroso cuando los momentos supuestamente más sentidos están hasta arriba de una sensiblería para reírse de cualquier melodrama de telefilme barato. Como punto a favor, diría que los torsos no son al estilo 300, con hormonas generadas por ordenador, y observo un sentido del humor en ciertas situaciones de la que carecen otros productos de esta calaña, igual la mano de Sam Raimi como productor se nota. Siendo un admirador de series como Los Soprano, The Wire, Twin Peaks o Breaking Bad no está mal tirarse al lodo de un subproducto como este, creo que la próxima temporada que caiga de una serie de calidad será mejor recibida todavía después de ver a un mogollón de tipos andando como si tuvieran las pelotas de tamaño melón y tanto horterada y tanto aceite corporal. Destacar la tipa que salía en Xena, y lamentar el fallecimiento del actor principal, no pasará a la historia por sus cualidades interpretativas, pero la verdad es que el hombre se esforzó lo suyo, que parece que es lo que cuenta.


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