La escena de Seattle aparte de dar al rock grupazos como Pearl Jam, Nirvana, Soundgarden, Mudhoney o Alice In Chains marcó un antes y un después, para bien o para mal de según quien. Nunca tuve ningún problema con toda esa música y desde el principio la mayoría de esos grupos pasaron a formar parte de mi vida tanto o más que muchas otras bandas anteriores a ellos, y nada tiene que sustituir a lo anterior, hubiera sido absurdo pensar en deshacerme de mis discos de Mötley Crüe, Lou Reed o los Ramones porque irrumpieran en mi vida Ten, Nevermind o Badmotorfinger. Algo bueno es que los años pasan y uno puede ponerse el Vs. de Pearl Jam o el Bleach de Nirvana y ver que todo sigue igual, que esa música sigue siendo tan vital y relevante, y que nada suena desfasado. Criticado por ser una moda el llamado grunge (lo que para mi es una etiqueta absurda, ¿qué tendrá que ver la música de cada uno de esos grupos con la de cualquiera del resto de bandas de Seattle si no es por el sello de calidad y la actitud de todos ellos?), el pero que se les puede poner era que en la MTV y medios afines estuvieran todo el día programando esa música y obviando tantas y tantas otras bandas, eso y que muchos se subieran al carro lamentablemente y cierta gente se empeñara en explotar toda esa escena, pero eso y que Seattle significara el fin de una era no tiene porque servir para renegar de unas bandas y unos discos geniales, aunque ese puede que fuera el canto del cisne para ese tipo de cadenas en cuanto a rock, a ver ahora quien es capaz de seguir la horrenda programación musical de la MTV o la VH1, y no será porque ya no hay bandas de rock equiparables a las de los 90 y antes.
La magia de la escena de Seattle da para que proyectos momentáneos, tipo Temple Of The Dog, o un supergrupo como Mad Season, cuya gestación se realizó en una clínica de desintoxicación de drogas donde coincidieron Mike McCready y John Baker Sanders, sean no sólo rescatables de vez en cuando, es que escuchar esos discos tan extraordinarios es maravillarse una vez más, es música que con el paso del tiempo parece ganar y por eso la reedición del Above de Mad Season me parece tan acertada y el contenido tan impresionante. Aparte de unos inéditos con lo que podría haber sido parte de su segundo disco, ya con Mark Lanegan, el punto fuerte es el dvd con dos conciertos sensacionales. Live at The Moore es el último show realizado por la banda que ya fue editado en vhs, la remasterización es sensacional y además se incluye también otro show que aunque realizado muy modestamente con prácticamente sólo una cámara (pero con gran sonido) es también una estupenda muestra de lo que eran capaces de hacer en un escenario. Es una delicia ver a Lane Staley, Mike McCready y al resto en plena forma a pesar de sus problemas. Staley siempre estuvo esos años atrapado por la heroína y era una época en la que McCready también tuvo sus problemas con las drogas y el alcohol. Afortunadamente Mike ya superó todos esos problemas aunque para él recordar a Mad Season no es fácil, no sólo por la pérdida de Lane, también una sobredosis de heroína se llevó al bajista John Baker Saunder. Aún así, la música que dejaron junto al batería de Screaming Trees, Barrett Martin, tan profunda, densa y mágica, sobrevive a cualquier desgracia.
Decía Johnny Ramone que envidiaba la camaradería y gran amistad que había entre los diferentes grupos de Seattle en los 90's, que en otras escenas como la neoyorquina siempre estaban puteándose los unos a los otros, por eso no es de extrañar que puedan haber surgido colaboraciones tan soberbias como Mad Season o Temple Of The Dog. El desencuentro más fuerte entre dos de los iconos de la escena de Seattle fue el desprecio con que trató Kurt Cobain a Pearl Jam en un principio. Él mismo reconocería pasado un tiempo que fue absurdo y no dudaría en reconocer la calidad de Pearl Jam. Pero ese mal rollo creado por Cobain influyó positivamente en Eddie Vedder y los demás, les puso las pilas y más que renegar de Kurt le tenían como un modelo a seguir y a cada paso que daban se preguntaban qué es lo que podría pensar el lider de Nirvana sobre ello. Kurt para ellos en los primeros años fue una especie de control de calidad, y de ahí puede venir el rechazo de Pearl Jam a realizar video-clips durante casi toda su carrera, su enfrentamiento con Ticketmaster y muchas otras muestras de integridad.
Ojalá que también podamos tener pronto la fortuna de ver reeditados de forma similar a lo que se ha hecho con Above el único album que hicieron Temple Of The Dog, que sirvió de homenaje a Andy Wood y que reunió a parte de Pearl Jam con Soundgarden.
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