La reunión de la mítica Mark II de Deep Purple allá por 1984 fue posiblemente la madre de todas las reuniones. Muchos de los que empezamos a meternos en el rock por esa época veíamos a grupos como Purple o Led Zeppelin como algo que formaba parte de la historia. Made In Japan o IV eran discos venerados por todo fan del rock que se preciara, pero en 1982 nadie podría tener muy claro que se pudiera ser testigo de más aventuras de ese tipo de grupos. Reinaban AC/DC, Judas Priest o Iron Maiden y parecía un sueño que esa formación histórica de Deep Purple pudiera volver a ofrecer su magia a los que en su época de mayor esplendor estábamos más interesados en Mazinger Z, en los cómics de la Marvel o en cualquier otra cosa. Pero pasó, y el resultado fue acorde a las expectativas creadas. Perfect Strangers es un disco que está a la altura de su leyenda, con ese inicio tan espectacular con Knocking At Your Back Door y el resto del material que dieron forma a un trabajo con el que consiguieron actualizarse y contentar a sus fans de siempre al mismo tiempo, algo que tuvo mucho mérito. Además, la gira fue todo un éxito con el grupo en un momento muy dulce, pocas bandas podían equiparárseles en directo.
Y el concierto que incluye este dvd es un buen recordatorio de esa época, con unos músicos extraordinarios que en escena parecían haber olvidado todas sus diferencias para regalar a sus seguidores una experiencia que parecía un sueño imposible poco meses atrás Es cierto que el inicio del show deja un poco de desear, no sólo por el pobre material audiovisual con que cuenta en los primeros compases en Highway Star, asimismo Blackmore está un poco destemplado en ese comienzo (aunque después volviera a su nivel partes de sus momentos en solitario en Space Trucking también son algo desastrosos). Pero todo eso acaba rápido y el resto del show es una bestialidad, con un Blackmore que hasta parecía estar pasándoselo de muerte y un Gillan brillante y poderoso, en una época en la que Child In Time todavía no se había convertido en una pesadilla para sus cuerdas vocales. También resulta emotivo ver en acción al desaparecido Jon Lord, una pieza fundamental en el sonido Deep Purple, un tipo único, de los que ya no quedan.
Después de la que montaron Deep Purple con esa reunión es lógico que muchas de las que ha habido posteriormente hayan sabido a poco. No todos esos retornos están acompañados de un disco tan exuberante como Perfect Strangers y menos aún realizados por un grupos tan impresionante, tanto en conjunto como individualmente, como Blackmore, Gillan, Lord, Glover y Paice. De hecho, si algo puede asemejarse a lo que supuso Deep Purple en 1984 fue lo que hicieron Led Zeppelin con Celebration Day.
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